Ensalada de Remolacha
¿Parece sencilla, eh? Pues es de un pijo subido. Vamos, que da trabajo prepararla. Pero, eso sí, merece la pena. El truco está en no usar esas remolachas que venden ya cocidas al vacío y en asarlas en casa. De esta manera, el sabor y el color se multiplican exponencialmente y lo aparentemente sencillo, se convierte en un manjar.
INGREDIENTES
1 cebolla de primavera
1 par de remolachas de tamaño medio
Orégano
Vinagre de vino tinto
Aceite de oliva virgen extra
Sal
ELABORACIÓN
Se lavan las remolachas para quitarles los restos de tierra (si no tienen restos de tierra...ya empezamos mal...). Se les cortan las hojas del tronco (sin apurar), pero nunca se debe cortar la raíz pues si se corta, la remolacha se desangra. Se ponen en una bandeja con medio centrímetro de agua y se meten al horno a 250º hasta que estén asadas.* Se sacan del horno, se dejan enfríar y se pelan como si fueran patatas cocidas.
La ensalada admite todo tipo de variantes, pero la que véis en la foto es muy sencilla y sabrosa a la vez. Simplemente se trocea la remolacha, se corta la cebolla de primavera, se espolvorea con orégano y se apaña con sal, vinagre de vino y aceite de oliva.
*Para saber si están asadas, se pinchan con una aguja larga. Si la aguja entra fácilmente y al sacarla está caliente, entonces están ya asadas.
Si la remolacha es muy grande, en lugar de asarlas se pueden cocer.
Asarlas, sin embargo, tiene la ventaja de que se desangran menos y aguantan más tiempo sin enmohecerse en la nevera.
INGREDIENTES
1 cebolla de primavera
1 par de remolachas de tamaño medio
Orégano
Vinagre de vino tinto
Aceite de oliva virgen extra
Sal
ELABORACIÓN
Se lavan las remolachas para quitarles los restos de tierra (si no tienen restos de tierra...ya empezamos mal...). Se les cortan las hojas del tronco (sin apurar), pero nunca se debe cortar la raíz pues si se corta, la remolacha se desangra. Se ponen en una bandeja con medio centrímetro de agua y se meten al horno a 250º hasta que estén asadas.* Se sacan del horno, se dejan enfríar y se pelan como si fueran patatas cocidas.
La ensalada admite todo tipo de variantes, pero la que véis en la foto es muy sencilla y sabrosa a la vez. Simplemente se trocea la remolacha, se corta la cebolla de primavera, se espolvorea con orégano y se apaña con sal, vinagre de vino y aceite de oliva.
*Para saber si están asadas, se pinchan con una aguja larga. Si la aguja entra fácilmente y al sacarla está caliente, entonces están ya asadas.
Si la remolacha es muy grande, en lugar de asarlas se pueden cocer.
Asarlas, sin embargo, tiene la ventaja de que se desangran menos y aguantan más tiempo sin enmohecerse en la nevera.
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