Puchero de garbanzos
Maridaje musical: Nuits Blanches (Benjamin Biolay)
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Cuando algún miembro de mi familia se va de viaje nunca tiene problemas para elegir un souvenir que traerse para casa: cualquier delicatessen gastronómica del lugar al que se haya desplazado tiene garantizado el éxito. Somos así de facilones... Hace poco mi hermana tuvo que ir a Castilla-León por trabajo y se volvió de allí con la mochila llena de lo que correspondía: unos kilitos de lentejas, alubias y garbanzos, en este caso de Saldaña, una localidad de larga y bien merecida fama en el cultivo de legumbres.
Normalmente, mi madre los garbanzos los cocina en la olla exprés, pero aprovechando el temporal de nieve y gélidas temperaturas por el que hemos pasado recientemente, esta vez decidió que lo que tocaba era un puchero de garbanzos a fuego lento. Así que los puso a cocer a primera hora, durante toda la mañana, y cuando llegamos al mediodía, nos encontramos con el hogar acogedor por antonomasia: la cocina calentita, los cristales empañados y la casa levitando en el aroma del cocido. Un verdadero lujazo . Sólo falló un pequeño detalle: no sobró ni una cucharada que llevarse en el tuper...
INGREDIENTES
Garbanzos
1 rama de apio
1 zanahoria
1/2 puerro
Costillas de cerdo en adobo
Un trozo de panceta de cerdo
Unas rodajas de chorizo
1 hoja de laurel
Sal
ELABORACIÓN
Se ponen los garbanzos y las cotillas de cerdo a remojo en agua con media cucharada de sal la noche anterior. Al día siguiente, se aclaran los garbanzos y las costillas con agua fría. En una cazuela con agua fría se ponen a cocer las costillas. Cuando el agua rompe a hervir se agregan los garbanzos, la zanahoria, el apio, los puerros, el laurel y sal (al gusto). Cuando ha dado un par de hervores a fuego rápido, se baja al mínimo y se deja cocer toda la mañana.
*En caso de que se queden sin caldo, agregar agua caliente. Si se añade agua fría se corta la cocción.
4 comentarios:
Hola Aurora:
¡Qué bien saber tanto de algo, y hacerlo con tanto cariño!
Te sorprenderá que conozca tu nombre. Bueno juego con ventaja.. una de tus "chiquillas" me enseñó el blog y me contó de tu sabiduría culinaria. Me he entretenido un rato leyéndolo. A mi también me encanta la cocina, herencia de mi madre y mi abuela a las que siempre les hizo felices cocinar. Eso de entrar en la cocina calentita, con el vapor del cocido haciéndose...que gozada!!. En fin, que te copiaré alguna receta y ya le he contado a mi madre y una de sus amigas que las llevaré al aula Fundarco del pueblo para ver tu blog y comentar los platos. ¿Sabes? Nosotros tenemos todavía la cocina económica en el pueblo. Te puedes imaginar que maravilla meterte allí en invierno y hacer pastas, preparar un puchero...Vamos que siento una melancolía...
Un abrazo y enhorabuena por tu blog
!Aurora! Mi abuela paterna se llamaba así, me encanta el nombre.
Por otro lado...¿Tu madre no querrá adoptarme?. Dile que a cambio de sus ricos pucheros yo puedo cocinar algo de vez en cuando.
;-)
Marisa,
Mi madre me dice que sí, que está dispuesta a adoptarte, pero me temo que ni mi hermana ni yo estamos dispuestas a compartirla... ;-)
Aunque bueno, todo es negociable...sobre todo después de tu receta de la crema de mejillones...la verdad es que es para pensárselo...
:-D
Bueno, pues cuando quieras comenzamos las negociaciones. Espera, mejor lo dejamos para la primavera que ahora en Soria tiene que hacer un pelete...
Aurora me parece maravilloso que por fin vayas a tener a tu niñ@. Sé muy bien lo que habréis pasado hasta ahora.
No hay chistes que valgan.:-)
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