Panzarotti
Maridaje musical: Guapparia (Massimo Ranieri)
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Si váis a Nápoles, no podéis dejar de perderos por el centro histórico. No por la zona monumental, sino por los barrios populares, por ese dédalo de callejuelas de adoquines, estrechas y oscuras, llenas de olor a café y cornetti por las mañanas y a ragú y pizza margarita por las tardes. Si llegáis al corazón de este laberinto secular, tarde o temprano terminaréis caminando por Via dei Tribunali y si estáis atentos veréis una diminuta puerta alrededor de la cual siempre hay gente esperando, fumándose un cigarrillo, sentados en los bordillos, en las motorinos, charlando para hacer tiempo... Detrás de esa puerta se encuentra la pizzería Di Matteo, una de las más populares de los barrios populares de la ciudad partenopea. En Di Matteo no hay menú. Sólo una lista de pizzas colgada en la pared, un pizzaiolo horneándolas y un mostrador lleno de montoncitos de fritos recién hechos, aún humeantes: flores de calabaza rebozadas, croquetas diversas, aros de cebolla y algo que puede haceros perder la cabeza...los archifamosos panzarotti napolitanos. Quedáis advertidos, una vez que los probéis no querréis salir nunca jamás de ese maravilloso laberinto que los custodia.
INGREDIENTES
1kg. patatas
2 huevos
50gr. de queso parmesano rallado (rallado en casa)
Pimienta molida
1 mozzarella de buffala fresca
50gr. de mantequilla
Pan rallado
Sal
ELABORACIÓN
Cocer las patatas, pelarlas y escacharlas. Añadir las yemas de los huevos, la mantequilla y el parmesano. Sazonar con sal y pimienta y revolverlo todo bien con el escachador de patatas hasta que se convierta en una pasta homogénea. Hacer croquetas y meter en el centro de cada una de ellas un trozo de mozzarella. Rebozar en huevo (las claras batidas) y pan rallado. Es aconsejable rebozarlas dos veces para que no se abran al freírlas. Finalmente freír a fuego lento de forma que le de tiempo a la mozzarella a derretirse en el interior.
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Si váis a Nápoles, no podéis dejar de perderos por el centro histórico. No por la zona monumental, sino por los barrios populares, por ese dédalo de callejuelas de adoquines, estrechas y oscuras, llenas de olor a café y cornetti por las mañanas y a ragú y pizza margarita por las tardes. Si llegáis al corazón de este laberinto secular, tarde o temprano terminaréis caminando por Via dei Tribunali y si estáis atentos veréis una diminuta puerta alrededor de la cual siempre hay gente esperando, fumándose un cigarrillo, sentados en los bordillos, en las motorinos, charlando para hacer tiempo... Detrás de esa puerta se encuentra la pizzería Di Matteo, una de las más populares de los barrios populares de la ciudad partenopea. En Di Matteo no hay menú. Sólo una lista de pizzas colgada en la pared, un pizzaiolo horneándolas y un mostrador lleno de montoncitos de fritos recién hechos, aún humeantes: flores de calabaza rebozadas, croquetas diversas, aros de cebolla y algo que puede haceros perder la cabeza...los archifamosos panzarotti napolitanos. Quedáis advertidos, una vez que los probéis no querréis salir nunca jamás de ese maravilloso laberinto que los custodia.
INGREDIENTES
1kg. patatas
2 huevos
50gr. de queso parmesano rallado (rallado en casa)
Pimienta molida
1 mozzarella de buffala fresca
50gr. de mantequilla
Pan rallado
Sal
ELABORACIÓN
Cocer las patatas, pelarlas y escacharlas. Añadir las yemas de los huevos, la mantequilla y el parmesano. Sazonar con sal y pimienta y revolverlo todo bien con el escachador de patatas hasta que se convierta en una pasta homogénea. Hacer croquetas y meter en el centro de cada una de ellas un trozo de mozzarella. Rebozar en huevo (las claras batidas) y pan rallado. Es aconsejable rebozarlas dos veces para que no se abran al freírlas. Finalmente freír a fuego lento de forma que le de tiempo a la mozzarella a derretirse en el interior.
1 comentario:
Con escuchar esa canción de Massimo Ranieri, uno ya está deseando internarse en ese laberinto Napolitano, cual Teseo en el Laberinto del Minotauro.
Imagino que una vez dentro de él, en llegando a la Pizzería esa, y en probando los Panzarotti, lo propio es usar la espada mágica para cortar el ovillo, y luego ...¡Arrivederci Ariadna...!...y que te busquen.
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