De laurel y estofados
Maridaje musical: Reverence (Richard Bona)
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Mi madre es una jonkie del laurel. Con él aromatiza purés, cocidos, vinagretas, estofados y no sé cuántos otros platos más. En su alacena siempre hay un bote grande de cristal lleno de hojas de este arbusto aromático. Hasta la fecha siempre ha sido mi padre el que se ha ocupado de reponer existencias cuando se iban acabando, pero últimamente el hombre ya no está como para irse de excursión por los alrededores de Logroño para recolectarlo y poco a poco el bote ha llegado a niveles de desocupación preocupantes. El otro día mi madre dió la voz de alarma: se acaba el laurel. ¡Horror!!!! Cualquiera hubiera solucionado el problema bajando al supermercado más cercano, pero la genética campesina y soriana de mi familia hace que haya cosas que ni se nos pasa por la cabeza comprar en una tienda. ¿Que se acaba el laurel? Pues hay que ir al campo a recogerlo para secarlo en casa. Así que el fin de semana pasado nos pusimos manos a la obra. Mientras paseábamos por la vega del Iregua bajo el cálido sol de este atípico invierno en busca de un hermoso laurel me di cuenta de que nunca me había parado a pensar de dónde provenía el contenido del sempiterno bote de cristal de la alacena. Tampoco tenía ni idea de que se debe recolectar en pleno invierno, cuando la planta está ya "hecha" y nunca en primavera o verano, cuando las hojas son aún tiernas. Igualmente, desconocía el hecho de que hay laureles macho (de hoja más redondeada) y laureles hembra (de hoja más alargada y estrecha). Los hembra son más aromáticos y preferibles a la hora de cocinar. Así que durante ese paseo cambié la magia del bote que siempre estaba lleno por un poco de conocimiento del mundo real. No sé si me sentí más adulta, pero sí menos niña.
Por cierto, si alguien me puede sugerir un maridaje musical para esta receta, será muy bien recibido. Lo cierto es que musicalmente, el laurel no me dice nada de nada...;-)
INGREDIENTES
Brazuelo de cordero troceado
Aceite de oliva virgen extra
Laurel
Perejil
Cebolla picada
Sal
ELABORACIÓN
Se ponen los ingredientes en una cazuela a fuego rápido hasta que toma calor. Después se baja al mínimo, se tapa y se deja hasta que la carne esté tierna. Se puede acompañar con unos pimientos asados.
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Mi madre es una jonkie del laurel. Con él aromatiza purés, cocidos, vinagretas, estofados y no sé cuántos otros platos más. En su alacena siempre hay un bote grande de cristal lleno de hojas de este arbusto aromático. Hasta la fecha siempre ha sido mi padre el que se ha ocupado de reponer existencias cuando se iban acabando, pero últimamente el hombre ya no está como para irse de excursión por los alrededores de Logroño para recolectarlo y poco a poco el bote ha llegado a niveles de desocupación preocupantes. El otro día mi madre dió la voz de alarma: se acaba el laurel. ¡Horror!!!! Cualquiera hubiera solucionado el problema bajando al supermercado más cercano, pero la genética campesina y soriana de mi familia hace que haya cosas que ni se nos pasa por la cabeza comprar en una tienda. ¿Que se acaba el laurel? Pues hay que ir al campo a recogerlo para secarlo en casa. Así que el fin de semana pasado nos pusimos manos a la obra. Mientras paseábamos por la vega del Iregua bajo el cálido sol de este atípico invierno en busca de un hermoso laurel me di cuenta de que nunca me había parado a pensar de dónde provenía el contenido del sempiterno bote de cristal de la alacena. Tampoco tenía ni idea de que se debe recolectar en pleno invierno, cuando la planta está ya "hecha" y nunca en primavera o verano, cuando las hojas son aún tiernas. Igualmente, desconocía el hecho de que hay laureles macho (de hoja más redondeada) y laureles hembra (de hoja más alargada y estrecha). Los hembra son más aromáticos y preferibles a la hora de cocinar. Así que durante ese paseo cambié la magia del bote que siempre estaba lleno por un poco de conocimiento del mundo real. No sé si me sentí más adulta, pero sí menos niña.
Por cierto, si alguien me puede sugerir un maridaje musical para esta receta, será muy bien recibido. Lo cierto es que musicalmente, el laurel no me dice nada de nada...;-)
INGREDIENTES
Brazuelo de cordero troceado
Aceite de oliva virgen extra
Laurel
Perejil
Cebolla picada
Sal
ELABORACIÓN
Se ponen los ingredientes en una cazuela a fuego rápido hasta que toma calor. Después se baja al mínimo, se tapa y se deja hasta que la carne esté tierna. Se puede acompañar con unos pimientos asados.
2 comentarios:
De vuelta de un breve viaje a la capital (tanto del Reino, como del sector de las Telecomunicaciones y de la Electrónica), me encuentro con este post, al que veo que le falta su maridaje musical.
Pues para estos casos difíciles, propongo algo con lo que siempre se queda bien: el músico Africano Richard Bona, y más concretamente su canción "Reverence (The history of a miracle)", del álbum Reverence, ya que es el equivalente musical a las camisas blancas en los temas de vestimenta.
Quedan bien, tanto con unos vaqueros, como con un traje de corbata.
La próxima excursión para recolectar hojas de Laurel, ya sabéis: uno de esos mini-MP3's y Richard Bona.
Feliz paseo junto al Iregua!
PD: para más info sobre R. Bona os remito a http://es.wikipedia.org/wiki/Richard_Bona
Un paisano que también desciende de Cameros:
No hace falta que tu padre acuda al campo a por laurel, si pasea habitualmente por el casco urbano, puede recogerlo en diferentes puntos dentro de Logroño. Por ejemplo en las jardineras de la parte de abajo de Doctores Castroviejo, junto al edificio de las escuelas de Daniel Trevijano en la parte que da a la sala de cultura de Ibercaja o junto al rectorado de la Universidad, dónde la rotonda del centenario.
Enhorabuena por las recetas, ya me he copiado unas cuantas, y sobre todo por tu estilo literario que me transporta a tiempos remotos y hace que prácticamente las huela y las saboree mientras las leo.
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