25/2/07

Codorniz a la vinagreta

Maridaje musical:
It's a sin
Paul Anka (web oficial)


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Cada vez que vamos al pueblo y aparece una codorniz, malviz, perdiz o similar atravesando la pista, mi padre se incorpora rápidamente en el asiento del coche y se queda clavado mirándola con pena... bueno, con la misma pena que un perro de caza estira las orejas y se queda inmóvil mirando a su futura presa. Con sus ochenta y un años, mi pobre padre ya no es un peligro para las pequeñas codornices. De hecho, cuando era más joven y cazador, era por igual un peligro para las codornices y para sí mismo, pues usaba una escopeta de segunda mano que había comprado en el Mercado de San Pedro Manrique y que tenía un cañón reventado y soldado. Lo que confirma nuevamente que no pasan más cosas en el mundo porque Dios no quiere. Cuando vinimos a Logroño, mi padre vendió la escopeta por mil duros. Decía que la vendía porque era un peligro. Yo creo que la vendió de rabia, por no poder seguir cazando ahora que tenía el pueblo lejos. La venta de la escopeta originó un inmenso cabreo en mi hermana la pija, amante de restaurar y conservar objetos familiares carentes de todo valor que no sea el sentimental. El caso es que cada vez que se come codorniz a la vinagreta en mi casa surge la misma conversación:

-Mi padre: Ay! Cuántas como ésta no habré cazado yo por el pueblo cuando era joven...
-Mi hermana: Sí, con la escopeta de la herencia familiar que mal-vendiste por mil duros...y que de no ser así ahora podría estar luciendo yo en mi salón.
-Mi madre y yo: Pues sí que está buena la codorniz, sí...

INGREDIENTES
Codornices (sin el esqueleto que lo utilizaremos para hacer sopa)
Cebolla
Laurel
Pimienta negra
Perejil fresco
Aceite de oliva extra virgen
Vinagre de vino blanco

ELABORACIÓN
Se colocan en una cazuela las pechugas y los muslos de las codornices, con la cebolla picada, una hoja de laurel, unos granos de pimienta negra y una rama de perejil fresco. Se añade medio vasito de vino de vinagre, medio vasito de vino de aceite y medio vasito de vino de agua. Se pone a cocer a fuego rápido hasta que rompe a hervir y luego se baja a fuego medio hasta que las codornices están tiernas. Se retira del fuego. Se puede servir frío o caliente pero ganan en sabor si se consumen al día siguiente.

1 comentario:

Marisa Beato dijo...

A tu padre le pasa lo que a mi y yo nunca he disparado una escopeta.
¿Logroño? Y yo por qué creía que era Soria. Tengo que dejar la cazalla.

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