Cafetería Capitol en Burgos de Osma
Cafetería Capitol
Plaza Mayor, 3
Burgo de Osma (Soria)
ESTRELLAS PEQUEÑA GOURMET (3***)
Mientras lees esta entrada, El Tuper te sugiere que escuches:
Venid a la fonda
Zarzuela "La Fontana del Placer"
José Castel
Después de tres días de martirio intentando encontrar algún plato en la carta del Restaurante Argaela (Hotel Balneario de Burgo de Osma) que fuera del gusto de la Pequeña Gourmet, nos rendimos a la evidencia. La carta infantil del citado restaurante es un cúmulo de comida rápida y plastificada a precio de restaurante de calidad. Y por otra parte, la carta para adultos contiene platos demasiado elaborados, con demasiadas salsas y demasiadas mezclas de sabores para un paladar infantil. A veces, incluso para un paladar adulto, pero eso es otra historia... El caso es que decidimos probar la oferta gastronómica del Burgo de Osma y así llegamos a la Cafetería Capitol en la Plaza del Ayuntamiento de Burgo de Osma. La Pequeña Gourmet se chupó los dedos con los crujientes calamares rebozados recién hechos, los exquisitos torreznos sorianos, la ensalada sencilla, fresca y contundente sin necesidad de salsas raras que enmascaren sabores... Tuvieron además en este humilde restaurante, el detalle de regalarle un helado para postre, cosa que nunca ocurrió en el "estirado" y "elitista" Restaurante Argaela, donde las bolas de helado, que ni siquiera eran totalmente del gusto infantil andaban por los 6 euros. En fin, a veces, los niños nos hacen poner los pies en el suelo y ver las cosas más claras...
MARIDAJE MUSICAL (de nuestro gurú barcelonés): En España, posiblemente por nuestra forma de ser, de siempre casi nos han ido más los bares-cafeterías y fondas, que los restaurantes y mesones. Y es que eso de tomar unos "vinitos" y unas "tapas", charlando con los amigos de lo divino y de lo humano, forma parte de nuestra cultura y de nuestra forma de ser.
Y a base de años y años (que esto no es una moda de hace cuatro días, precisamente), esto ha llevado a que, en esos locales que decía, se haya desarrollado un técnica y un nivel culinario en cosas tales, por poner un ejemplo, como las frituras (de calamares, tal y como comenta nuestra chef), que muchos restaurantes de tronío quisieran para sí.
Y, para muestra de todo esto, y de que la cosa viene de largo, basta un botón, o un coro (cuarteto vocal) del primer acto de la zarzuela "La fontana del Placer", en el que los protagonistas de la obra (Pascuala, Juana, Antón y Celio) nos cantan aquello de Venid a la fonda (Venid al placer)
Esa zarzuela ("La Fontana del Placer" - autor: José Castel. 1737 - 1807) que fue estrenada con gran éxito en Madrid en 1776, en el teatro del Príncipe, cayó en el olvido tras la muerte de su autor (como muchas otras obras musicales de autores españoles de los siglos XVIII y XIX), del cual fue rescatada, más de 200 años después, en el Festival de Música antigua de Aranjuez, en 2007.
Los niños y los locos dicen la verdad, y si la pequeña gourmet prefiere la comida de esa cafetería Capitol... igual va a ser que tienen razón los cuatro protagonistas cuando cantan:
"¡Venid a la fonda (hoy en día, también conocidas como bares-cafeterías), venid al placer!, que aquí encontraréis, fricandó a la moda, sopa, fricasé, y pichones rellenos a la parisién.
Venid y llegad, llegad y corred, porque sea todo, delicia y placer, oir y guisar, cantar y comer".
Habrán pasado 200 años, pero es que hay cosas que no cambian.
;-)
Plaza Mayor, 3
Burgo de Osma (Soria)
ESTRELLAS PEQUEÑA GOURMET (3***)
Mientras lees esta entrada, El Tuper te sugiere que escuches:
Venid a la fonda
Zarzuela "La Fontana del Placer"
José Castel
Después de tres días de martirio intentando encontrar algún plato en la carta del Restaurante Argaela (Hotel Balneario de Burgo de Osma) que fuera del gusto de la Pequeña Gourmet, nos rendimos a la evidencia. La carta infantil del citado restaurante es un cúmulo de comida rápida y plastificada a precio de restaurante de calidad. Y por otra parte, la carta para adultos contiene platos demasiado elaborados, con demasiadas salsas y demasiadas mezclas de sabores para un paladar infantil. A veces, incluso para un paladar adulto, pero eso es otra historia... El caso es que decidimos probar la oferta gastronómica del Burgo de Osma y así llegamos a la Cafetería Capitol en la Plaza del Ayuntamiento de Burgo de Osma. La Pequeña Gourmet se chupó los dedos con los crujientes calamares rebozados recién hechos, los exquisitos torreznos sorianos, la ensalada sencilla, fresca y contundente sin necesidad de salsas raras que enmascaren sabores... Tuvieron además en este humilde restaurante, el detalle de regalarle un helado para postre, cosa que nunca ocurrió en el "estirado" y "elitista" Restaurante Argaela, donde las bolas de helado, que ni siquiera eran totalmente del gusto infantil andaban por los 6 euros. En fin, a veces, los niños nos hacen poner los pies en el suelo y ver las cosas más claras...
MARIDAJE MUSICAL (de nuestro gurú barcelonés): En España, posiblemente por nuestra forma de ser, de siempre casi nos han ido más los bares-cafeterías y fondas, que los restaurantes y mesones. Y es que eso de tomar unos "vinitos" y unas "tapas", charlando con los amigos de lo divino y de lo humano, forma parte de nuestra cultura y de nuestra forma de ser.
Y a base de años y años (que esto no es una moda de hace cuatro días, precisamente), esto ha llevado a que, en esos locales que decía, se haya desarrollado un técnica y un nivel culinario en cosas tales, por poner un ejemplo, como las frituras (de calamares, tal y como comenta nuestra chef), que muchos restaurantes de tronío quisieran para sí.
Y, para muestra de todo esto, y de que la cosa viene de largo, basta un botón, o un coro (cuarteto vocal) del primer acto de la zarzuela "La fontana del Placer", en el que los protagonistas de la obra (Pascuala, Juana, Antón y Celio) nos cantan aquello de Venid a la fonda (Venid al placer)
Esa zarzuela ("La Fontana del Placer" - autor: José Castel. 1737 - 1807) que fue estrenada con gran éxito en Madrid en 1776, en el teatro del Príncipe, cayó en el olvido tras la muerte de su autor (como muchas otras obras musicales de autores españoles de los siglos XVIII y XIX), del cual fue rescatada, más de 200 años después, en el Festival de Música antigua de Aranjuez, en 2007.
Los niños y los locos dicen la verdad, y si la pequeña gourmet prefiere la comida de esa cafetería Capitol... igual va a ser que tienen razón los cuatro protagonistas cuando cantan:
"¡Venid a la fonda (hoy en día, también conocidas como bares-cafeterías), venid al placer!, que aquí encontraréis, fricandó a la moda, sopa, fricasé, y pichones rellenos a la parisién.
Venid y llegad, llegad y corred, porque sea todo, delicia y placer, oir y guisar, cantar y comer".
Habrán pasado 200 años, pero es que hay cosas que no cambian.
;-)
2 comentarios:
Hola! soy seguidora de tu Blog y hasta ahora había estado más que de acuerdo con casi todo lo que publicas. Si embargo, hoy es la excepción. Estuvimos hace un par de meses con nuestros dos peques cuatro días alojados en el Termal del Burgo de Osma y nuestra experiencia y sobre todo la de ellos no pudo ser mejor.
Tienen horario especial para niños en las piscinas termales, sala de juegos el fin de semana, te proponen actividades como una escuela de pesca a la que fuimos.
Sobre el restaurante, no debemos olvidar que se trata de un cuatro estrellas, a mí no me resultó cara la carta, aunque he de decir que íbamos con media pensión y las cenas casi siempre las hacíamos de picoteo por el pueblo, pero los precios que leí no me escandalizaron y el servicio y el lugar son una pasada. No es tan común encontrarte con una carta especial para los peques como la que tienen y los míos comieron los cuatros días platos distintos y a mi parecer bien cocinados, para nada me dio la sensación de estar dándoles comida rápida (como seguidora de tu blog entenderás que en esto soy muy cuidadosa). El embutido recuerdo que era ibérico, que había todos los días un pescado del día o que el escalope a la milanesa les encantó. Por la media pensión de los niños pagamos 15€ (incluía el postre) y el alojamiento de uno de ellos por ser menor de 12 años fue gratis.
Está claro que cada uno ve las cosas según la experiencia que haya tenido, y desde luego para mí es un lugar muuuuuy recomendable al que pienso volver. Sin duda si volvemos tomaremos algo en la Cafetería Capitol ;-)
Gracias por tu comentario. Efectivamente, cada uno cuenta la historia según le va. Nosotros pasamos 7 días en el balneario de Burgo de Osma, después de una experiencia fantástica hace unos meses en su hermano mayor, el balneario de Olmedo. Nuestras expectativas eran altas después de aquella primera buena experiencia. Pero nos encontramos con un balneario (el de Olmedo) donde varios de los chorros del Claustro Termal no funcionaban. El circuito de San Baudelio estaba cerrado y, a pesar de que nuestra estancia iba a ser larga, nadie nos avisó de ello previamente, por lo que sólo pudimos disfrutar de la mitad de las instalaciones. El personal del restaurante dejaba mucho que desear, a excepción de los dos últimos días, en los que llegó Juan, uno de los camareros del balneario de Olmedo y que con su simpatía y buen hacer, logró compensar la ineficiencia y altivez del resto del personal. Hicistéis bien en llevar media pensión, pues los platos son prácticamente los mismos que los de la carta y la cantidad que pagasteis por ellos mucho más ajustada. Nosotros hicimos lo mismo en Olmedo y la experiencia fue buena. El menú infantil ofrecía pasta del día (que todos los días era la misma: spaguetis con tomate), arroz a la cubana, hamburguesas, pizzas y varios tipos de escalopines y rebozados. Sería coincidencia pero quitando el arroz a la cubana, el resto de los platos no resultaron nada apetitosos en la práctica. Los escalopines duros y gomosos, los spaguetis bastante sosones con esa triste salsa de tomate a secas, la pizza estaba reseca. En fin, estoy de acuerdo en que no era un macdonals, pero creo que la calidad tampoco estaba a la altura del sitio.
En lo que estoy totalmente de acuerdo es en que es un acierto lo del horario infantil para entrar al claustro termal. No hay muy pocos balnearios que admitan niños de forma tan abierta y eso es un puntazo a favor.
A nosotros nos pilla más cerca el de Burgo de Osma que el de Olmedo. Y a pesar de la agri-dulce experiencia, le concedemos el beneficio de la duda, puesto que hace poco que han abierto y aún están en periodo de rodaje. De todas formas hasta pasado un tiempo prudencial, si nos entra mono de balneario, creo que iríamos al de Olmedo.
De nuevo gracias por tu comentario. Está bien que haya diferentes puntos de vista. Al fin y al cabo sobre gustos no hay nada escrito, verdad?
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