26/10/07

Dulces Alcachofas



Mientras haces esta receta, El Tuper te sugiere que escuches:


Maria Bethania
Memoria das Aguas

De pequeña no me gustaban las alcachofas. No es sólo que, como cualquier niña, prefiriera la pasta, sino que además odiaba aquel dulzor tan intenso que adquiría el agua al beberla mientras las comía. Después comencé a comerlas sin problema y durante una buena época el agua dejó de reaccionar con ellas y de saber dulce. Aquella época coincidió con el boom de los supermercados que se produjo en los años 80. Todas las amas de casa, incluída mi madre, comenzarón a comprar en los Sábecos y similares...porque era más cómodo y más barato que hacerlo en las tiendas de barrio. Las alcachofas que compraba en los super ya no procedían de las huertas locales del Ebro y del Iregua sino que venían de más lejos, probablemente habían sido recogidas antes de su punto óptimo de maduración o criadas en invernaderos donde no entraban los rayos del sol. Hace ya unos cuantos años que mi madre renegó de los supermercados y volvió a las tiendas de barrio para comprar los alimentos frescos (verduras, frutas, pescado y carne). Esa vuelta a las alcachofas locales coincidió con una vuelta al dulzor del agua que las acompañaba en la comida. Afortunadamente, mi paladar también había hecho ese mismo recorrido de ida y vuelta, de la comida rápida a la casera, de los productos precocinados a los frescos y era, por fin, capaz de apreciar el valor y la magia de ese dulzor.

INGREDIENTES
1 docena de alcachofas
2 dientes de ajo
50 gr. de jamón serrano
50 gr. de panceta seca
1 cucharadita de harina
1 cazo del agua de la cocción de las alcachofas
Sal
Aceite de oliva virgen extra

ELABORACIÓN
Un poco antes de limpiar las alcachofas se pone una cazuela con agua a hervir. Se deshojan las alcachofas hasta dejar sólo el corazón tierno de las mismas. Se limpian los rabitos de las alcachofas quitándoles la piel y dejándolos libres de vienzas. A medida que se van limpiando se van echando al agua hirviendo para que no se oxiden. Se añade la sal y se dejan cocer a fuego rápido hasta que están tiernas.
En una sartén se prepara un sofrito con el aceite, la panceta y el jamón. Se les da una vuelta y se añade el ajo rallado. Se le da otra vuelta y se añade la cucharadita de harina. Una vez frita la harina se agrega agua de la cocción de las alcachofas. Se le deja dar un hervor a la salsa hasta que ligue. Finalmente se agrega esta salsa a las alcachofas ya escurridas. Se calienta todo en la cazuela para que se mezclen bien los sabores y se sirve.

23/10/07

Lomo adobado

Mientras haces esta receta, El Tuper te sugiere que escuches:

Patti Smith
Soul Kitchen

Plato fácil donde los haya, pero como todos los de mi madre, con secretillo. Para que sea realmente irresistible, el truco consiste en usar lomo de cabezada de cerdo en lugar de cinta de lomo. La cabezada es mucho más jugosa y tierna y con el sencillo apaño del adobo...este plato se convierte en el equivalente ibérico de las famosas Pringles: "...cuando haces pop ya no hay stop". Pues cuando te comes un trocito de este lomo de cerdo adobado...ya no hay quién te detenga.
Especialmente peligrosa es la salsa que queda en el plato y que incita al unte indiscriminado.
Abstenerse los que tengan que hacer dieta!!!!


INGREDIENTES
1/2 kg. de lomo de cabezada de cerdo
2 o 3 dientes de ajo
1 o 2 cucharaditas de pimentón (mitad dulce, mitad picante)
Sal
4 o 5 cucharadas de aceite de oliva extra virgen

ELABORACIÓN
En un plato, se rallan los ajos, se añade el aceite y la cucharadita de pimentón. Se añade la carne, sazonada con sal, y se impregna bien con el adobo. En una sartén se fríe a fuego rápido hasta que la carne esté al gusto. Si es necesario se añade más aceite. Es importante que no quede seca la carne.

17/10/07

Huevos rellenos

Mientras haces esta receta, El Tuper te sugiere que escuches:

Ray Charles
I can't stop loving you

Esta es una de esas recetas que tuvo su momento de gloria en el pasado y que luego ha ido cayendo en el olvido. Recuerdo que cuando yo era pequeña -hace más de 30 años de eso- el día que mi madre hacía huevos rellenos solía ser día de fiesta. En una época en la que Arguiñano aún no existía y en la que la dieta de las familias de clase obrera de este país se basaba sobre todo en cocidos, legumbres y las corrientes verduras y/o patatas diarias, algo como unos huevos rellenos era el sumum de la elaboración y del pijerismo culinario. Mi madre sigue haciéndolos de vez en cuando, no tan a menudo como antes. Quizás por ello seguimos celebrándolos enórmemente cuando nos los encontramos en la mesa.

INGREDIENTES
Huevos
Atún en aceite
Aceitunas verdes
Mahonesa

ELABORACIÓN
Se cuecen los huevos hasta que estén duros. Se cortan por la mitad a lo largo y se extrae la yema. En un bowl se mezcla la yema con el atún desmigajado, las aceitunas troceadas y un poco de mahonesa para que todos estos ingredientes hagan masa. Después se rellenan los medios huevos con la mezcla y se cubren con mahonesa. Se sirven fríos.