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La gloria eres tú- Gema 4
Las sartenes de acero inoxidable tienen muchas ventajas. Si son de un buen acero (18/10), son prácticamente eternas. No se rallan, no se estropean, son resistentes a los ácidos... No son tóxicas, no desprenden olor, ni sabor que pueda contaminar los alimentos que se cocinen en ellas... Si se tiene la precaución de templarlas antes de usarlas (es decir, si se calientan al fuego antes de añadir el aceite) se puede incluso evitar que muchos alimentos se peguen al freírlos: las croquetas, los pancakes, etc., se pueden freír así en sartenes de acero inoxidable sin morir en el intento. La cosa se complica un poco, sin embargo, a la hora de freír un huevo (que se puede pegar ligeramente y quedarse uno sin yema que untar...), un filete, o al intentar hacer una tortilla de patata. En estos casos es en los que uno echa de menos las sartenes antiadherentes...
Llevamos tiempo buscando sartenes de acero inoxidable y sartenes antiadherentes sin teflón ni PFOA. La oferta es amplísima, pero la calidad de las sartenes no siempre es satisfactoria: sartenes de acero inoxidable de baja calidad o con extrañas aleaciones, sartenes de cerámica que se rallan desde los primeros usos...
Buscando productos de mayor calidad llegamos a las sartenes
Cromargan@ de WMF, una marca alemana especializada en menaje de cocina. Durante los últimos meses hemos estado usando una sartén de su línea Profi de acero inoxidable y otra con revestimiento cerámico. Su precio es algo más elevado que el de la sartén media que se puede encontrar en muchas tiendas, pero por ahora su rendimiento lo justifica.
La sartén de acero inoxidable 18/10 de Cromargan@ está realizada con un 10% de níquel, un 18% de cromo y un 72% de acero quirúrgico de Krupp. La hemos estado usando igual que las antiguas sartenes de mi madre y con idéntico resultado. Templándola se evita que la mayoría de los alimentos se peguen, pero cuando esto ha ocurrido, la limpieza de la sartén es sencilla. El fabricante recomienda usar un estropajo especial antiralladuras, pero incluso con el estropajo de marca blanca del Eroski, la sartén queda tan reluciente como el primer día. Si alguna vez mi hermana se ha pasado chamuscando el filete (que le gustan casi carbonizados...) y han quedado algunas manchas marrones, éstas han desaparecido simplemente cociendo un poco de vinagre en la sartén, como se ha hecho toda la vida con las sartenes dé acero inoxidable.
La sartén de acero inoxidable con recubrimiento cerámico la hemos reservado para la prueba de fuego: la tortilla de patata. El resultado: óptimo. Su antiadherencia: perfecta. WMF usa revestimientos cerámicos de alta calidad, sin PFOAs. Tienen una base mineral que resiste hasta 400 grados. La única duda que nos queda es la de su durabilidad. La sartén está garantizada por 2 años. Seguramente no puede competir con la resistencia al tiempo de la sartén de acero inoxidable, pero la antiadherencia, lógicamente, tiene un precio que, para determinados guisos, es necesario y merece la pena pagar.
Más adelante nos gustaría comparar la antiadherencia de esta sartén cerámica con la de otras alternativas al teflón, como las sartenes de hierro o de titanio. Pero por ahora estamos más que satisfechas de nuestras sartenes WMF de acero inoxidable y, sobre todo, de no tener teflón en nuestra cocina.